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ToggleProblemáticas de no dormir bien
La falta de sueño perjudica indiscriminadamente tu concentración sin importar la edad
Durante mucho tiempo de mi juventud me preguntaba, ¿por qué es que soy un tanto distraído?, ¿por que no puedo enfocar mi concentración en el tema que me están explicando en clase? (algo que me costaba mucho), y veía como otros podían captar de manera mas rápida que yo. Mas tarde en mi vida, gracias a ponerme a investigar sobre el tema, me di cuenta que se debía a que me había acostumbrado a la falta de sueño.
Según Walker (2019) las personas no son muy conscientes de que no dormir las horas recomendadas afecta su concentración drásticamente debido a que se acostumbran y lo ven como algo normal, algo con lo que tienen que vivir toda su vida. Viviendo por debajo de su potencial, debajo de sus niveles psicológicos y fisiológicos normales.
Un potencial que recién en años recientes he podido desempolvar gracias al haber aplicado poco a poco todo lo que había aprendido sobre el tema. Gracias a la continua investigación del por que es que me sucedía lo que me sucedía.
Según Walker (2019), un estudio determino que dormir menos de 8 horas al día es perjudicial para tu salud. No dormir absolutamente nada durante un día resulta en un deterioro del 400% en la concentración para el día siguiente. Si duermes solo 4 horas por noche, alcanzas el mismo deterioro de concentración en 6 días. Y si duermes 6 horas, llegas a ese deterioro en 10 días.
Y sí que me afectaba. Eso me recuerda a que no solo yo era el afectado por ello y tengo dos ejemplos muy claros de personas que considero son afectadas por el haberse acostumbrado a esa carencia de sueño. El primero es mi padre, que repetidas veces se quejaba y se sigue quejando de no poder comprender lo que lee, de no poder formular bien las palabras para escribir un texto. A pesar de que él manifieste o crea que eso es debido a la edad (que puede llegar a ser el caso), yo sé muy bien que es por su carencia de sueño, ya que apenas duerme 5 horas por noche y lo veo dormitar durante el día mientras ve la tele. El segundo caso es el del señor Huaman, quien es bombero, y manifiesta que no es nada bueno para los estudios, que simplemente no le entra, y sin embargo, por ser bombero, no tiene ni un horario fijo para dormir ni un sueño estable durante la semana, llegando a ser perjudicial para su concentración.
El sueño como responsable de tener buena memoria
He escuchado quejas de personas diciendo que tienen mala memoria. Otros manifiestan ser un poco despistadas refiriéndose al obviar u olvidar un paso esencial en su rutina diaria. Lo sé porque yo manifestaba cosas similares. Resulta que el problema no es uno mismo (bueno sí), el problema es no tener unas horas de sueño completas, ya que:
Según Walker (2019), en las primeras horas de sueño donde se da el sueño NREM profundo se dan dos procesos importantes en relación con la memoria, su retención y recuperación. La primera va en relación con cómo la información que recolectamos durante el día es acumulada en un “contenedor” de corto plazo llamado hipocampo, que tiene un espacio limitado y que, al llenarse, uno no puede añadir más información o de lo contrario se solaparía con la información que ya teníamos, perdiendo la información anterior. Y al momento de dormir, ese “contenedor” se va vaciando y el contenido es transportado a un lugar donde se puede almacenar la información a largo plazo (seleccionando lo importante para recordar y el reto para olvidar), como una “bóveda de seguridad” que vendría a ser la corteza cerebral. La segunda va en relación con cómo en esa fase del sueño uno puede recuperar información aparentemente perdida, información que quizás nos pudimos haber olvidado después de aprenderla y que, por más que tratemos de recordar, se nos dificulta hacerlo. Después de una buena noche de sueño, esa información es recuperada y se tiene la sensación de “ah, ya recuerdo eso”.
El quedarse despierto diciendo: «así voy a poder retener más información» o en adultos que dicen «mi memoria falla debe ser por la edad» (que puede ser que si, ya que mientras envejecemos nuestro organismo se deteriora), pero en su mayoría es simplemente por no dormir lo que tu cuerpo necesita.
Esto me remonta a un ejemplo de tiempo de pandemia. Debido a que dormía un poco mas (ya que no necesitaba salir de mi casa para agarrar el bus y llegar a mi centro de estudios) ahora puedo recordar gran parte de las cosas que estudiaba en ese entonces. A veces me sorprendo cuando estoy en clase hoy en día y de manera muy extraña puedo recordar (ya sea de manera vaga) muchas de esos temas que aprendí unos 2 a 3 años antes sin haberlos repasado otra vez entre ese periodo, permitiéndome desenvolverme mejor en clases, ya que muchos de esos temas iniciales se repitieron en las clases presentes pero de una manera mas compleja. Cabe recalcar que para ese entonces estaba comenzando a ser mas estricto con mi sueño.
Gracias al sueño podemos resolver problemas en los que nos atascamos durante el día
Todos hemos tenido problemas al momento de resolver ciertos “acertijos” (matemáticas) o componer obras de arte (música). Quedarse largas horas del día pensando como resolver tales problemas sin llegar a una respuesta concreta. Pero el truco no esta en que tanto esfuerzo le metas mientas estas despierto, el truco viene de dejar que el sueño lo resuelva por ti o al menos que te lo haga comprender. Pues:
Walker (2019) sustenta que gracias al sueño REM uno puede llegar a crear interconexiones que no están a simple vista, logrando así poder comprender la información adquirida durante el día.
Recuerdo que alguna vez he escuchado que para resolver un problema de matemática en el que me atascaba solo tenía que dormir, dejar que mi sueño lo resuelva y volver a enfrentar el problema a la mañana siguiente porque ya vas a tener la respuesta esperándote. Nunca pude comprobar si esto realmente era cierto, pues no me gustaban las matemáticas y rara vez volvía a tocar el problema en el que me atascaba. Pero sí lo he podido comprobar a través de otra forma, cuando me dejaban de trabajo realizar fórmulas en Excel (pero de esas que uno mismo tiene que automatizar todo y son complejas) me rompía la cabeza intentando sacar la mejor formula hasta altas horas de la noche sin ningún resultado que me satisfaga, pero milagrosamente, al momento de despertarme, me daba con la sorpresa de que ya tenía la respuesta y me decía: “era tan simple como se te había escapado”. Ahora puedo entender cómo eso funciona.
Si bien el articulo es extenso, utilice tanto experiencia mía como la de las personas con las que estoy en contacto.
Quiero resaltar algo importante, este articulo no se va a quedar siempre así, va ir cambiando con el tiempo. Siempre busco seguir expandiendo mis conocimientos y, puedo decírtelo con certeza, que la información va a cambiar. Por ello, estaré continuamente notificándote de los cambios.
Bibliografía
Walker, M. (2019). Por Que Dormimos: La Nueva Ciencia del Sueño (B. Merino & M. Peña, Trans.). Capitán Swing Libros.